En un entorno competitivo dinámico, ya no basta con calcular los productos únicamente en función de sus costes de fabricación. En su lugar, la atención se está desplazando hacia la gestión de costes por objetivos, un enfoque estratégico que ajusta sistemáticamente los costes de los productos a las condiciones del mercado y las exigencias de los clientes. El objetivo es crear productos rentables en la fase inicial de desarrollo que, además, refuercen la competitividad de la empresa.
El cálculo del coste teórico parte del precio de venta aceptado por el mercado. De él se deducen los márgenes de beneficio previstos y el resultado es el denominado nivel de coste objetivo. El producto sólo puede costar en desarrollo y producción lo que especifique el precio objetivo para tener éxito desde el punto de vista económico.
A diferencia del cálculo de costes tradicional, el cálculo de costes por objetivos tiene en cuenta la realidad del mercado desde el principio. La integración de las necesidades de los clientes, los análisis de la competencia y la aceptación de precios garantiza que los productos no sólo sean técnicamente factibles, sino también económicamente viables.
Las empresas que utilizan la gestión de costes por objetivos se benefician de:
- Transparencia de costes desde la fase inicial de desarrollo
- Evitación de costosas modificaciones o rediseños
- Mejores decisiones en la planificación y el diseño de productos
- Mayor orientación al cliente y aceptación del mercado
- Aumentar el margen de beneficios mediante medidas tempranas de eficiencia
El cálculo del coste objetivo es una herramienta de eficacia probada, sobre todo en los sectores de la automoción y la electrónica. Los equipos de desarrollo, compras, producción y marketing colaboran estrechamente para diseñar un producto rentable que se adapte con precisión al mercado. Esto permite acortar los ciclos de innovación y minimizar los riesgos.
Cálculo de costes por objetivos La gestión de costes es algo más que un método: es una forma de pensar que ayuda a las empresas a actuar orientadas al mercado y seguir siendo rentables al mismo tiempo. Quienes controlan los costes en una fase temprana no sólo obtienen ventajas económicas, sino que también pueden reaccionar más rápidamente a los cambios del mercado y lograr ventajas competitivas sostenibles.