A la hora de planificar y controlar los costes de un proyecto, las empresas se enfrentan a menudo a una pregunta clave: bottom-up o top-down - ¿qué estrategia de cálculo de costes es la correcta? Ambos métodos tienen sus ventajas e inconvenientes, y la elección depende en gran medida del tipo de proyecto, la estructura de la empresa y el nivel de detalle deseado.
- El cálculo de costes descendente comienza al más alto nivel de dirección. La dirección determina un presupuesto global, que luego se desglosa en subáreas y tareas. Este método es eficaz y rápido, pero es más adecuado para proyectos rutinarios con parámetros conocidos.
- En cambio, el cálculo ascendente se basa en las estimaciones detalladas de los departamentos especializados. Cada unidad calcula sus propios gastos, que luego se agregan para formar el total. Este método lleva más tiempo, pero suele dar resultados más precisos, sobre todo en proyectos complejos o innovadores.
Estrategia descendente:
Ventajas: Permite una planificación rápida y proporciona objetivos claros.
Inconvenientes: Existe el riesgo de que los supuestos no sean realistas.
Estrategia ascendente:
Ventajas: Este método ofrece un alto nivel de precisión y una planificación realista.
Desventajas: Lleva mucho tiempo y requiere un alto nivel de coordinación.
-El enfoque descendente es ideal cuando hay premura de tiempo, el proyecto está estandarizado o se requiere una aprobación rápida del presupuesto.
-El enfoque ascendente es más adecuado para proyectos individuales y arriesgados en los que se necesitan cifras sólidas.
Cada vez más organizaciones optan por una forma híbrida: una estrategia ascendente y descendente. En primer lugar, se establece un presupuesto marco (descendente), que luego se afina utilizando estimaciones ascendentes detalladas. Esto permite combinar los objetivos estratégicos con la viabilidad operativa: un método eficaz para gestionar proyectos realistas pero ambiciosos.
La decisión entre bottom-up y top-down depende del objetivo, los recursos y el contexto del proyecto. Si reconoce los puntos fuertes de ambos modelos y los combina con flexibilidad, podrá calcular los proyectos no sólo de forma eficiente, sino también realista. Así podrá gestionar los costes de sus proyectos de forma transparente, decidida y económica.