El análisis de los costes reales es una potente herramienta de compra estratégica para determinar unos costes reales de productos y servicios. Sin embargo, a pesar de su potencial, muchas empresas encuentran obstáculos típicos a la hora de aplicarlo en la práctica. A continuación le mostramos los obstáculos más comunes y cómo puede superarlos con confianza.
Sin datos fiables sobre materiales, costes de producción o salarios, cualquier análisis sigue siendo inexacto. A menudo falta transparencia o interfaces informáticas para acceder a la información pertinente.
Solución: un sistema centralizado de gestión de datos con acceso estructurado para todas las partes implicadas ayuda a evitar filtraciones de datos. Las referencias externas y los estudios de mercado también pueden afinar el enfoque.
Los proveedores suelen ser reacios a revelar sus estructuras de costes, por miedo a la presión sobre los precios o a la pérdida de confianza.
Solución: Apoyarse en una comunicación basada en la colaboración. Si los proveedores entienden que el análisis no pretende reducir márgenes, sino optimizar la cadena de valor, aumenta su apertura. Los acuerdos de confidencialidad también refuerzan la confianza.
Un modelo de costes demasiado aproximado o incorrecto conduce a conclusiones erróneas. Los productos complejos, en particular, requieren una lógica de cálculo precisa.
Solución: Invertir en analistas de costes experimentados y en soluciones informáticas específicas para el sector. La modelización iterativa y la información continua de ingeniería y compras mejoran notablemente la precisión.
Muchos equipos subestiman la profundidad de los conocimientos que requiere un análisis de costes necesarios, desde la ciencia de los materiales y las tecnologías de fabricación hasta el conocimiento del mercado.
Solución: los programas de formación, los equipos de proyectos interdisciplinares y los consultores externos aportan a la empresa los conocimientos necesarios y crean una experiencia sostenible.
Un análisis bien fundado requiere tiempo, que a menudo falta en el día a día de la empresa.
Solución: dar prioridad a los grupos de productos estratégicamente importantes y utilizar modelos estándar para los productos menos complejos. Así el esfuerzo es manejable sin perder valor informativo.
El análisis de los costes necesarios puede suponer un enorme potencial de ahorro si las empresas abordan activamente los obstáculos habituales. Quienes prestan atención a la calidad de los datos, la colaboración, el mantenimiento de los modelos y los conocimientos especializados pueden convertir los retos en ventajas competitivas.